La filosofía TEA: mejorar el ambiente laboral

jueves, 19 de noviembre de 2009
Esta filosofía surge de la necesidad de contar con una tendencia o pensamiento que vincule al recurso humano con su entorno facilitando su identificación con él, resulta de relacionar el concepto del Nirvana, entendido por los budistas como la bienaventuranza por la absorción e incorporación del individuo en la esencia divina; con lo que entendemos por la organización y su medio, orientada a lograr que el individuo se encuentre en un estado de equilibrio total que le permite observar su impacto en la organización desde una óptica más amplia y profundamente relacionada con sus expectativas.

Hemos sido protagonistas de múltiples tendencias en el área gerencial como la Calidad Total, el Mejoramiento Continuo, Kaizen, Kyosei, etc. Todas han aportado grandes cambios luego de su aplicación. Así mismo la reingeniería, como herramienta de cambio, también ha tenido mucho que decir en el largo camino de las mejoras organizacionales. Todas dirigidas principalmente al proceso y a los resultados, pero ¿es sólo eso lo que hay que mejorar?

Las empresas deben comenzar a interesarse más por el estudio del medio ambiente laboral, el cual va más allá de las pretensiones que alguna vez señalara Fayol, por cuanto no se ha de buscar exclusivamente un incremento en la productividad. Ese interés por lograr el equilibro entre lo tangible e intangible del trabajo, ha de convertirse en una meta a corto plazo y podría ser conocido como la Filosofía TEA (Total Environment into Administration), que traducido al español se entiende como (Medio) Ambiente Total dentro de la Administración, o Filosofía ATA.

Esta filosofía surge de la necesidad de contar con una tendencia o pensamiento que vincule al recurso humano con su entorno facilitando su identificación con él, resulta de relacionar el concepto del Nirvana, entendido por los budistas como la bienaventuranza por la absorción e incorporación del individuo en la esencia divina; con lo que entendemos por la organización y su medio, orientada a lograr que el individuo se encuentre en un estado de equilibrio total que le permite observar su impacto en la organización desde una óptica más amplia y profundamente relacionada con sus expectativas.

Por medio de la combinación del concepto del nirvana, la ergonomía y el proceso de identificación basado en los valores, es posible hablar de la Filosofía TEA en la empresa contemporánea.

A simple vista la filosofía puede entenderse como el punto ideal de lo que debe ser la comunidad laboral porque resalta la necesidad de la armonía en todos sus sentidos. El empleado se muestra motivado por su entorno, el ambiente le es grato, se siente bien remunerado, gusta de sus funciones, mantiene una relación abierta y franca con sus compañeros, en fin, está en perfecto equilibrio.

El individuo no es productivo si el medio ambiente en donde se desempeña le es hostil, es por ello que un empleado con presiones de tipo económicas, psicologicas y situacionales, sometido a trabajar bajo condiciones desagradables, en donde el medio es heterogéneo, desequilibrado, con altos niveles de contaminación (auditiva, visual, psicológica) difícilmente ofrezca a la empresa el mejor resultado en sus funciones.

La esencia de la Filosofía TEA se encuentra en las mejoras del medio ambiente de trabajo, de sus condiciones como tal, en el desarrollo del bienestar del trabajador con la finalidad de influir en él y aprovechar al máximo la relación horas-hombre, pero ahora acompañada de la necesidad del beneficio mutuo.

No es un secreto para nadie que el medio ambiente afecta el comportamiento y predispone de manera positiva o negativa, limitando o no la productividad, creatividad e identificación en el trabajo, por tanto el ambiente no debe considerarse como una variable exógena, sino como un activo intangible para las organizaciones y un instrumento para lograr la armonía.

Una oficina, local o centro de trabajo que ofrezca las características más adecuadas para incentivar al trabajador estará siempre por encima de aquellas que se limitan a dar un pequeño espacio para soportar las exigencias mínimas de colocación.

Las empresas que descuidan la estética del ambiente laboral no pueden esperar más que desaciertos; evidentemente desconocen los estudios que han demostrado que la rotación de personal y la poca permanencia de éste en las organizaciones depende más de las condiciones psicológicas que de las económicas.

Sin embargo, el espacio, el uso de un mobiliario estándar, la dotación de elementos aromáticos y musicales, la decoración, color y demás accesorios no son el centro de esta filosofía. Dedicarse exclusivamente a adecuar las oficinas no es nada nuevo, existen un sin número de buenos y reconocidos decoradores que pueden hacer de un quiosco un palacio imperial en miniatura, la Filosofía TEA persigue el equilibrio total del ser humano dentro de la organización, no la estética y la imagen física. La filosofía busca alcanzar un planteamiento serio que establezca una línea que nivele tanto las necesidades del individuo como las necesidades de la empresa, a tal punto que el empleado se sienta complacido en cuanto a la satisfacción de cada una de ellas y por ende se identifique con lo que hace.

Para entender aún más la filosofía es necesario conocer los principios en los cuales se basa. Como filosofía de mejoras tangibles la Filosofía TEA busca también la calidad, pero conjugada con la innovación y la identificación, así como la calidad total busca reducir el desperdicio, el mejoramiento continuo impulsa a lograr incrementos substanciales en la forma de hacer las cosas y la reingeniería se basa en la innovación para obtener mejores resultados, la Filosofía TEA homologa cada uno de esos conceptos y los orienta al bienestar de la comunidad laboral haciendo también hincapié en los elementos intangibles. No se puede lograr altos niveles de identificación si el ambiente está divorciado de la realidad y su meta no incluye a quienes lo conforman como principio vital.

Las empresas no están conformadas por edificios, computadoras, redes y mobiliario, estas son las herramientas de los que realmente son la organización: el recurso humano. Si el equilibrio no está presente en el medio ambiente laboral, si no se invierte en él, no se estará agregando valor a la gestión empresarial.

La aplicación de la Filosofía TEA en las empresas está encaminada a lograr la integración del recurso humano en todos los niveles organizacionales, basándose en el equilibrio de la comunidad laboral, para ello habrá de perseguirse un conjunto de elementos que permitan su implantación, estos son, entre otros:

1. Un medio ambiente grato, armónico y confortable durante su estadía en la empresa

2. Herramientas y equipos ergonómicos diseñados para facilitar su uso y garantizar la calidad

3. Un clima de comunicación franco y abierto

4. Disposición para el logro de objetivos comunes

5. Una compensación que iguale la productividad con el esfuerzo

6. Beneficios orientados a incrementar el poder adquisitivo

7. La inexistencia del contrato psicológico.

8. La proporción de beneficios de impacto, que ayuden al mejoramiento del nivel de vida.

La Filosofía TEA no es la panacea que conllevará al aumento de la productividad y al incremento de las ganancias, ello será una consecuencia de su desarrollo y aplicación.

Es lógico suponer que existen variables que atentan contra cada uno de los puntos mencionados que están asociadas al tipo de actividad de la empresa y al ambiente de producción de la misma; no obstante existen elementos de coincidencia que sin duda hacen posible la presencia de la filosofía.

En un estado de nirvana empresarial los individuos alcanzarán un nivel de identificación tal con sus labores y con la empresa que difícilmente existen posibilidades de conflictos, esto reducirá la perdida y aumentará la calidad del tiempo productivo, tanto para la organización como para el individuo.

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